renta de iluminacion para conferencias

Podríamos decir que en muchos casos sin sonido no existe comunicación, pero lo que sí es seguro es que sin ella no hay evento. O al menos no como te gustaría. Debes ser consciente de la importancia del sonido en un evento porque es la voz de una marca o empresa la que está en juego. Quieres que los asistentes acaben satisfechos. Cuchicheos o críticas del tipo: “¿ ¿Tú lo escuchas bien? ¡No se oye nada! ” mejor dejarlas de lado, ¿ Tampoco deseas que abandonen el evento decepcionados o que comenten en redes sociales lo desastroso de la organización. Organizas eventos y te gustaría que la empresa que te ha contratado repita la experiencia. Ya sabemos que es más fácil mantener a un cliente actual que captar uno nuevo así que es necesario darles razones para contar contigo la próxima vez. Crear un ambiente único que dé que hablar está en tu lista de prioridades.

Aunque también tienes algo muy claro, si hablan de ti, ¡ Necesitas sentir que agradecen tu trabajo. A todos nos gusta que nos lo recuerden, pero probablemente la mayor muestra de gratitud que puedas recibir de un cliente es que te vuelva a contratar por un trabajo bien hecho. Quieres asegurarte de que desde el primer asistente y hasta el último escuche cada palabra, cada nota o melodía. Y que el sonido sea limpio y claro, sin distorsiones ni interferencias. Es decir, que la cobertura del audio sea suficiente para todos y adecuada. En el evento, ¿ ¿Los micrófonos deben ser inalámbricos o con cables? ¿Cómo será el escenario o la sala de reuniones? ¿Cuál será su tamaño y distribución? ¿Dónde se colocará el público? ¿Habrá un DJ o música en directo? ¿Tendrá lugar en un espacio cerrado o al aire libre? Si te sientes identificado en una o más de estas situaciones, ¡ Ya eres consciente de la importancia del sonido en un evento. El siguiente paso es elegir al profesional adecuado. Como decimos, no sólo basta con el que sonido sea profesional, sino que también debe ser de calidad, a la altura de las circunstancias.


Nadie las controla. Es una decisión mía de resolver ingresos que no tengo. ¿De qué vive, entonces? La camioneta en la que viaja tiene apenas doce mil kilómetros. De mis ahorros. A partir del 1 de septiembre, en que dejé la diputación, que me permitió comprar esta camioneta en la que vamos. Pero ya se me está acabando la lana. Ahorita a donde vamos, los compañeros me pagan las casetas y la gasolina. La partida a final de la Legislatura suele ser jugosa para sus integrantes. Un Diputado de la Legislatura a la que perteneció Fernández Noroña contó que, al final, se llevó cerca de cinco millones de pesos. Pero el dinero se le acabo, asegura Fernández Noroña. Ha tenido que vender parte de su biblioteca, los libros que ha comprado en México y por los países a los que ha viajado. Desde hace un par de meses empezó una subasta quincenal por las redes sociales y los interesados van por ellos a la vecindad donde él vive.

No le gusta dar números. No quiere decir cuántos tiene. “Tampoco sé cuántos he leído”, dice como anticipándose a la pregunta. Apenas el viernes pasado hizo la más reciente. “Ha sido la peor de todas”. Poquitos, hombre -contesta con cierto fastidio. La rebeldía en la sangre ya la traía desde la adolescencia. Ni su padre ni su abuelo estudiaron en la universidad. Fue el primero de tres generaciones en ir a la prepa y acabó una licenciatura en la Universidad Autónoma de Xochimilco. En ambos niveles fue líder estudiantil. Todo marchaba sin sobresaltos. Él empezaba a trabajar como analista en la Secretaría de Gobernación cuando por un decreto oficial se pusieron en venta las unidades. Fue el primer movimiento en el que participó. Destacó como principal líder de las siete unidades que se unieron. “No podemos permitir que estos canallas quieran vendernos las unidades en las que vivimos, compañeros. Nos harán daño. Es una paradoja. Viviendo en renta tenemos mucho más que comprando la casa.

Ahora pagamos una renta simbólica pero cuando seamos dueños de la casa, toda la responsabilidad caerá sobre nosotros: predial, agua, servicio, además del pago de la casa misma. No permitamos estos atropellos a los logros de la clase trabajadora”, era el discurso con el que agitaba a los vecinos. En el momento en que hace ese relato por enésima ocasión, recibe una llamada telefónica. Maneja. Vuelve a ser un tal Silvano, líder del PT en Tlaxcala. Silvano, ahí vamos, cabrón, hechos la madre. Me dijiste que a las dos y media, ¿ Llego porque llego, güey. Ajá. Si no, entretienes a la gente un poquito. Ya falta menos. Lo que pasa es que salimos tarde. El evento se retrasó. Yo manejo rápido y le estoy pisando más. Bueno, allí te vemos - dice, y suelta el iPhone que trae. Antes del 88, partidos de izquierda lo invitaron a afiliarse pero rechazó la oferta.